miércoles, 30 de mayo de 2007

Un poco de historia...

Erase una vez una poetisa llamada Safo que vivía rodeada de muchas chicas en la isla de Lesbos en Grecia...

Pensando en que no muchas de nosotras conocemos la historia del lesbianismo y pues como tengo la certeza de que la lesbiandad no surgió en pleno siglo XXI, en la época de degeneración en la que vivimos (como dice la vecina más chismosa de mi urbanización); decidí navegar un poco y buscar algunos artículos relacionados con la historia del lesbianismo. A continuación les presento un resumen de los datos que pude recolectar, también les dejo el enlace por si quieren acceder por ustedes mismas al artículo: www.lesbianas.tv/historia


Entonces, el punto de partida es que la historia de las lesbianas no surgió en la era de la modernidad. Nuestra historia se remonta a siglos anteriores a Roma y Grecia. El Código del Hammurabi presenta la figura de una mujer-hombre que podía tener una o varias esposas a la que le denominan salzikrum...mujer con varias mujeres!...imagínense un festín lésbico!

En Grecia vivió Safo, una poetisa que se ganó la fama de lesbiana por escribir intensos poemas que estaban dedicados a las mujeres con las que vivía en la isla de Lesbos. Me atrevo a decir que nuestra querida Safo debió de haber sido inmensamente feliz al vivir en una isla rodeada de muchas mujeres, haciendo suya a cuanta mujer deseaba y buscando fuentes de inspiración para sus poemas.¨..¿Quién no quisiera haber estado en su lugar?

Asimismo, en Roma hay registro de la existencia de las esclavas felatoras quienes satisfacían los deseos lésbicos de las mujeres (solteras o casadas) que asistían a los baños públicos para mujeres de la ciudad. Yo me apunto en la búsqueda de mi esclava felatora, ¿alguien desea acompañarme en la búsqueda? En Roma también existe constancia del matrimonio entre mujeres...benditos sean los romanos!

La expansión del cristianismo y la no aceptación del adulterio conllevaron a que las relaciones homosexuales fuesen condenadas. En la Edad Media ya son pocos los casos de lesbianismo y distintos santos lo califican de un acto lujurioso y vergonzoso, un atentado contra la naturaleza, un pecado de lujuria. Hasta a las monjas empezaron a vigilar con el propósito de que ninguna de ellas sostuviera relaciones lésbicas con alguna otra monja. La condena de este tipo de relaciones continúo y se extendió hasta la actualidad.

A fines del siglo XIX, la sexología (nueva disciplina de la psicología) clasificó al lesbianismo como una perversión patológica y, a la vez, se describió a la lesbiana como una mujer masculinizada. Con esta descripción surgió un famoso estereotipo: la lesbiana se viste de hombre y presenta comportamientos masculinos. Si bien es cierto que algunas de nosotras adoptamos el estilo masculino, ser lesbiana no es sinónimo de masculinidad.

En el siglo XX se empezaron a aplicar tratamientos contra el lesbianismo (considerado como una enfermedad mental). Ante el tratamiento, algunas lesbianas se reconocieron enfermas y empezaron a rechazar su opción sexual, unas se casaban y otras se suicidaban. A la par, otras mujeres (quienes no necesariamente fueron lesbianas) empezaron a luchar por los derechos de las mujeres, como el derecho al voto o la igualdad de condiciones. Aunque estas mujeres no eran lesbianas, los psicólogos empezaron a considerarlas como tal por presentar comportamientos masculinos.

Ya en el siglo XXI, el lesbianismo sigue siendo motivo de escándalo y rechazo en algunas sociedades. No obstante, los derechos de las mujeres lesbianas siguen avanzando. Así es mis queridas les, nuestra historia es muy larga. Esto sólo es un resumen y he obviado algunas épocas...

Ahora nos encontramos en otro periodo en el que algunos nos critican, otros nos aceptan y para otros simplemente no existimos. Pero, lo importante es que nuestro corazoncito es 100 % lésbico.

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