miércoles, 18 de noviembre de 2009

Estrella...



Estuve haciendo selección entre mis apuntes y me encontré con esto, lástima que no apunté el nombre del autor, si alguien lo sabe por favor me informan.

Para cada uno hay una estrella,
que tarde o temprano llegará.
Todo está en saber cuándo pasa,
todo está en saber esperar.

Y cada estrella,
desde lejos hace una señal.
Atiende a la tuya cuando venga,
Es la felicidad.

Abre tu ventana todas las noches,
y tantea la oscuridad.
Unos no vieron su mensaje,
otros la dejaron pasar.

Para cada uno hay una estrella,
que tarde o temprano llegará.
Todo está en saber cuándo pasa
todo está en saber esperar.

Pensé en postearlo en cuanto lo encontré. Lo leo y lo releo y sólo digo: "Estrellita, ¿dónde estás?; me pregunto qué serás..."

I have promises to keep,
and miles to go before I sleep
and miles to go before I sleep - Robert Frost

martes, 17 de noviembre de 2009

Hoy...

- Mis padres cumplen 31 años de matrimonio ante la ley.

- Mi hermano y mi cuñada cumplen 9 años de relación.

- Creo en el amor.

viernes, 13 de noviembre de 2009

La vaca y el posho


Había una vez un posho (sí, ha leído bien, posho con sh) bien pechugón que iba solo por la vida, sólo eran él y la chole, digo, la soledad. Aunque, de hecho, el posho era posha pero no suena bien lo de posha, así que dejémoslo en posho.

El posho era muy inexperto, apenas y empezaba a vivir. Como a todo ser viviente, le llegó el momento de enamorarse y lo hizo. Se enamoró y fue feliz pero como todo acaba, su romance acabó… el posho estaba completamente triste y desolado, pensando que ese era su fin, que sus plumas caerían una a una, que no habrían más días de sol, que nunca volvería a cacarear, a sentirse bien, una profunda tristeza embargaba su plumífera alma,. Sin embargo, entre la chole, digo, la soledad en la que se hallaba, encontró a su vaca.

Esta no era una vaca cualquiera, lástima que no daba leche condensada, era una vaca de casa, de la mejor raza de vacunos que se conocían por esos lares. El posho, quien nunca había tenido a una vaca como amiga, no supo reconocerla entre tantos animalitos que veía pasar mientras él lamentaba su “tragedia”… hasta que un día, en un intento por burlarse de un error público de aquella vaca, a quien conocía de nombre desde hacía algún tiempo pero por algún raro motivo nunca le habló, empezó a platicar con ella…

Con los días el posho fue notando lo mucho que se entretenía al conversar con la vaca y, sobretodo, cayó en cuenta de que era feliz mientras la vaquita esta conversaba con él. Así, llegó el día en que visitó a la vaca y ¡sorpresa!, el posho descubrió que adoraba a la vaca, que su amistad le hacía bien y que la vaca sentía lo mismo que él. Desde ese momento empezó una historia que por estos días el posho desea que nunca termine.

La vaca ha sabido apoyar al posho en todo momento, hasta contribuyó a que se olvide de aquella fobia a los cuchillos y al carbón y de aquella adicción a los gusanos de tierra. El posho ha crecido, literalmente hablando pues es un posho chileno –de raza muy chica-, ahora ve las cosas desde otra perspectiva y, en especial, siempre encuentra una lección que aprender entre todas las cosas que le pasan… todo ello gracias a su amiga la vaca, quien tiene las palabras exactas, quien puede arrancarle más de un cacareo en los momentos difíciles y que le compartió a sus buenos amigos: el conejo, tan racional como orejón, y la chivita, algo bipolar.

De momento, la vaca anda pastando otras granjas mientras el posho se fue de vacaciones a la playa. Sin embargo, no hay día en que uno no sepa del otro, que no se comuniquen y que no rían juntos.

martes, 10 de noviembre de 2009

Mamacha futbolera


Como algunos pudieron constatar, este fin de semana estuve algo alejada del msn, creo que debo golpearme más seguido para regenerarme de ese vicio que es el internet. Bueno, sobreviví gracias al zapping, a mi sobrina (quien me llena de ternura con su sola mirada), un viaje relámpago y a las burlas de mi hermano. Aún no entiendo cómo pude pasarme algunos días de tristeza teniendo a ese payaso a mi lado…

El viernes en la mañana llegué a casa. Yo, tan dramática, tan niña y tan consentida, aparecí cojeando, buscando a mi madre (he de confesar que es lo primero que hago al llegar a casa)… la encontré en la cocina y de inmediato empecé a mostrarle los raspones y el golpe, hinchado por ese día.

Un rato después, me bañé y me metí en un short que dejaba al descubierto mis heridas rodillas y mi hermano no tardó en empezar con sus usuales comentarios.

Mi bro: Hermanita, ¿qué pasó? ¿se enojaron tus mamachas?
Lespi: Calla tarado..
Mi bro: Ah, ya sé. Eso no ha sido futbol, fue bronca de mamachas. Uy hermanita, esos golpes son por calzones y brassieres, ¿verdad?
Lespi: jajajajaja… no, sonso
Mi bro: De seguro las mamachas se pelearon por ti, de seguro decían “maldita, la chatita es mía, yo la vi primero” y la otra decía: “suéltala, ella es mía”
Lespi: yaaaaaaaa… ¡cállate!

No contento con eso. Después del almuerzo empezó con su narración del partido. “Y en la delantera viene Lespi, le pasa el balón a su mamacha, eso… la mamacha bloquea el ataque de la otra y le devuelve el balón a Lespi y de pronto… plop, el peso de las boobies venció a Lespi, ahí está, tirada en la cancha, no se puede parar mientras sus mamachas luchan por el gol y gooooooooooooooolllllllllll de la mamacha quien se lo dedica a Lespi… ‘para ti mi amor, tu caída no fue en vano’….”

A estas alturas se preguntaran dónde estaban mis padres mientras mi hermano soltaba sus burlescos comentarios… pues estaban ahí, a nuestro lado, muertos de la risa y yo casi morada de

la vergüenza.

Hay algo que los consuela, la posibilidad de que “su retoño, su hijita, su corazoncito” sea bicicleta y encuentre un buen hombre con quien forme una familia… Me pregunto si se enojarán mucho si les digo que la familia la quiero pero ¿existe la posibilidad que cambien al buen hombre por una buena mujer… de esas bien buenas?

Bonus track: Mi familia en Máncora el último fin de semana.

Lespi: (sentada en el regazo de mi padre) Te quiero papito
Mi papá: Yo también mi amor… estás flaca, no me gustas flaca, mira tu falda te queda ancha.
Lespi: Noooo… mira bien, toca mi rollo…
Mi papá: Estás amando por eso estás flaca (en mi familia existe una teoría: cuando alguien baja de peso es porque el amor lo empieza a consumir)
Lespi: jajajaja… naaaa, te parece pá
Mi papá: Sí, estás amando a tu mamacha
Lespi: o_O

sábado, 7 de noviembre de 2009

Lapsus

Distintos momentos durante mi semana…

La monse

Estaba conversando en el msn con una chica que tiene un no sé qué, que me pone nerviosa, creo que son sus ojos. Como soy tan monse –tonta, aburrida- para tratar de cortejar a alguien, nunca digo cosas como “qué bonita eres, me gustan tus ojos” o cualquier otro cumplido… En fin, conversamos largo rato hasta que se despidió: “Amiga me tengo que ir, me gusto mucho conversar contigo… por cierto, eres linda”; yo, la más monse, sólo dije: “Ok, cuidate, también fue un gusto… igual, me pareces linda pero soy medio monse y no lo digo”; me dijo: “¡qué linda!, relájate”… Yo, dándome cuenta que me había llamado amiga, sólo dije para mí: “me llamo amiga, ok, next”.

La gilera

Lucy: Oye Lespi, ¿y tú qué?
Lespi: ¿Qué de qué?
Lucy: ¿También eres del gremio?
Lespi:
Lucy: ¿Y sales con alguien?
Lespi: No
Lucy: ¡Uy! Entonces estamos bien por aquí, ¿te acompaño a tu casa?
Lespi: WTF?

La linda

Estaba conversando con Rebeca –mi mejor amiga leca-, mientras recordaba el día en que conocí a P.

Lespi: Oye recuerdo que abracé a P y le sequé sus lagrimitas :)
Rebeca: Amiga, ¿eres de verdad o de mentira?
Lespi: o_O Soy de verdad pues, ¿por qué?
Rebeca: No sé, a veces pienso que eres muy linda para que existas
Lespi: Amiga, te quiero :D

La hetero coqueta

Ro, la chica más linda del fut, la hetero, la que estudia comunicación y que, hoy me enteré, también es de mi ciudad natal, me preguntó:

Ro: ¿Tú también eres como ellas? (mientras miraba asustada a Lucy y Diana, sobre todo a Lucy que no dejaba de coquetear con todas)
Lespi: Sí, pero no soy así (mirando a Lucy)
Ro: Yo no soy, ¿si te dijo Luisa?
Lespi: Claro, fue lo primero que pregunté cuando tuve la oportunidad (mirando a Ro), pero descuida, no muerdo.
Ro: ¡Qué bueno! Yo tampoco (mientras miraba sonriéndome)

Ro coqueteó conmigo, al menos eso me pareció. Mientras caminábamos, me abrazó, le dije: “Estoy cansada”, se ofreció a cargarme (y yo, la más monse, me chupé). Luego, nos molestaron por caminar abrazadas y me soltó; sin embargo, unos pasos más adelante me dijo: “Me cansé, ¿me cargas?”… Entonces, ¿ME COQUETEÓ O ESTOY ALUCINANDO?

La acosadora

El año pasado conocí a una mujer como de 30 años, medio acosadora y por algún motivo, quizá por ego, aún la tengo en mi msn.

La acosadora: Hola muñeca, ¿cómo estás?
Lespi: Me puse enseguida en no disponible
La acosadora: Princesa, ¿estás allí? ¿Por qué no me respondes? (a esto le siguieron zumbidos)
Lespi: Lo siento, estoy ocupada. (acto seguido suena mi celular)

¿WTF con esas locas?

Las lenchas de amores heteros

Rebeca: Amiga, ¿quieres conocer al chico que me movió el piso cuando estaba en el cole?
Lespi: Ya, enséñamelo y yo te enseño al mío.

Acto seguido, dos lenchas intercambiando fotos de los chicos que les gustaron durante la secundaria.

El papacho

Mi hermano y sus ocurrencias.

Lespi: (cantando) Te voy a cambiar el nombre pero no cambio la historia, te llames como te llames, para mí eres la gloria…
Mi bro: Te amo mamacha, aunque ahora te hagas llamar “Carloncho”
Lespi: Calla tonto (mientras mi hermano reía a carcajadas)

jueves, 5 de noviembre de 2009

¡No estoy sola!

Todo comenzó hace dos noches con una simple pregunta vía msn, Luisa, mi única amiga lencha en la ciudad donde vivo, me escribió: ¿amiga te apuntas a jugar fut conmigo y otras amigas más? Sin chistar y hasta con cierto entusiasmo accedí.

Jueves, 05 de noviembre de 2009, 7:00 pm, en el punto de encuentro.

Lespi divisa a Luisa a lo lejos con dos amigas más.

La presentación: “Lespi, ella es Vero; Vero, ella es Lespi; Lespi, ella es Ro, Ro ella es Lespi”. Yo, después de haberlas esperado más de un cuarto de hora estaba con algo de frio y Ro me dijo: “estás fría”, sólo sonreí con algo de roche –timidez, vergüenza-. Caminamos un par de cuadras y nos separamos. Vero se fue con Ro a esperar a las demás, mientras Luisa y yo caminábamos hacia su casa para sacar el balón.

Lespi: Oye la de negro es,¿ verdad? (la de negro era Ro)
Luisa: No, ella es la hetero de la que te hable.
Lespi: ¡Qué mala suerte! :(

Desilusionada al haber perdido a una víctima, seguimos nuestro camino y las volvimos a encontrar, ahora estaban acompañadas de otras lecas; Fio, Julia, Diana, Lucy y otra más de la que no recuerdo el nombre pero era el varoncito entre nosotras.

Armamos nuestros equipos y como dice una publicidad: “jugamos como nunca pero perdimos como siempre”. Mi equipo perdió, cinco goles contra los ocho que se anotaron las del otro equipo. A nuestro favor diré que sólo teníamos a Fio; en el otro equipo estaba la chica con botas –el varoncito entre nosotras- y Lucy –la gilerita, afanadora, conquistadora o como quieran llamarle-.

Después de maltratarnos vino la hora de charlar; por cierto, tuve una caída terrible y ya casi puedo escuchar los gritos que daré mañana con los masajes que me hará mi tío en la pierna, como me dijo una amiga: “eso te pasa por jugar con activas”, pero todas no eran activas, hasta había una hetero. Bueno, entre las conversaciones y la caminata que dimos para llegar a otro partido, esta vez de espectadoras, las lecas aprovecharon para sacarme información; era la nueva y querían saber algunas cosas sobre mí.

Entre tanto bla, bla, bla, descubrí que dos de ellas son de mi ciudad natal –la varoncito y la gilerita-, otra estudia gastronomía –la acogedora-, otra es enfermera –la novia, agarre o calentao’ de la gilerita, y otra estudia comunicación –la hetero-.

Después vino la bienvenida, me dijeron: “oye, nos agradas, ¿Cuándo juergueamos?”…

Queridas lectoras, esta pobre lencha, quien pensaba que era la única en su ciudad, encontró más ejemplares de su especie y lo mejor: también me agradan.

Saludos, cuídense mucho, en especial de las caídas.

Atentamente,
Lespi, la maltratada x.x

lunes, 2 de noviembre de 2009

Sospechas de familia

Este último fin de semana mi familia estuvo muy, cómo decirlo, ¿receptiva? ¿Perceptiva? Hay algo de lo que me di cuenta: lo saben.

Mi papá llegó del trabajo el sábado, se me acercó y me abrazó fuerte. Yo amo a mi padre pero extrañamente no le doy mucho cariño; no soy de abrazarlo siempre, ni de tomarle la mano y decirle que lo quiero… el amor entre nosotros es implícito, sólo lo exteriorizo cuando quiero algo (yo, la más convenida). Pues llegó del trabajo, me abrazó fuerte y me dijo que me quería mucho, que siempre seré su niña, “hagas lo que hagas, pase lo que pase siempre serás mi princesa, te quiero mucho hija”. De un tiempo acá, cada vez que mi hermano me molesta sobre si soy o no soy, mi padre sólo dice “salió igual que la prima Beatriz” –lesbiana confesa- y suelta su risa.

Por otro lado, mi maratón del terror no pudo terminar mejor o ¿peor?: mi madre y yo viendo “Imagine you and me”. ¡Ay, qué bonita película! Siempre me pone de buen humor verla y a mi madre le gustó. Durante los últimos días le converso a mamá sobre mis ganas de ser madre, hasta le pregunté si había inconveniente de su parte en que dentro de unos años me convierta en madre soltera; me miró y me dijo: “yo no cuidaré de tu hijo”, la miré y le dije: “serán niño y niña y seguí contándole sobre cómo se llamaran”. Últimamente mi madre me pregunta por mi amiga, espero que no piense que es mi nueva novia.

Y la parte más cómica: mi hermano. Como muchas de las seguidoras del blog han podido leer, mi hermano es quien está más seguro de mi bisexualidad, aunque alguien debería sacarlo de su error y decirle que en realidad soy homosexual –prometo que algún día lo haré-. Este fin de semana estuvo más molestoso que de costumbre.

Sábado antes del almuerzo:

Lespi: Mamá no quiero sopa
Mamá: No me importa, ¡comerás!
Mi bro: Hermanita, ¿no te gusta? –mirándome con cara de no te hagas-.
Lespi y Mamá: WTF?

Domingo, los dos en el auto, esperando que la luz del semáforo cambie:

Mi bro: Ahora con mucho cariño de Lespi para su mamacha –mientras el ipod empezaba a reproducir una canción de DJ Flex- “Mi mamacha todavía me llama, yo no tengo la culpa que no me haya olvidado”.
Lespi: o_O

Domingo, limpiando el auto:

Lespi: (cantando) Humíllate, dime que no vales nada, que tu mundo he sido yo.
Mi bro: (con cizaña) Para ti mamacha, con desprecio.
Lespi: ¡Cállate tarado! (y terca empecé con otra canción) Bien, eres mi bien, todo lo que viene de ti me hace bien.
Mi bro: I love you mamacha.

Debo aclarar que mamacha es un nuevo término acuñado por mi hermano y que significa lesbiana.

Como ven, mi fin de semana no pudo estar más rodeado de puestas bajo sospecha. Lo único que falta es que los reúna y les diga: “Sí, sus sospechas son ciertas, soy como la prima Beatriz”.