Going out!

Desde hace unos meses mi closet está recibiendo muchos invitados. Aunque la verdad, no es que vaya de “enclosetada” por la vida, la cuestión es que nadie me pregunta directamente si a mí me van los hombres o las mujeres y yo tampoco lo hago público.

La primera de mi familia en enterarse fue mi tía, hermana de mi mamá. Siempre pensé que sería difícil contarle sobre mi homosexualidad a alguien de mi familia, alguien que siento como una madre, fue como un "decirle a mamá". Sin embargo, lo tomó con tanta tranquilidad, con tanta naturalidad que todo aquello me hizo sentir tan bien (nótese el “tan”). Lo mejor, desde aquella conversación, es que nuestra relación sigue como antes, cuando pensaba que su sobrina favorita le llevaría un chico guapo por novio.

Después vino mi amiga del colegio. Ninguno de mis compañeros de colegio sospecha que la pequeña niña a la que solía gustarle el sobrino de la profesora de biología, es lesbiana. Un fin de semana, en una de esas inesperadas visitas de Silvia pues que terminé contándole mis pato aventuras (como diría Adrii) y hasta mostrándole evidencia de mi lenchez. Ella, al igual que mi tía, lo tomó de lo más normal y hasta se animó a confesarme algunas de sus cosas. Nuestra relación, desde aquel día, se ha tornado más cercana, a pesar de la distancia.

El tercero en mi lista fue mi primo, como dirían algunos: “el primo favorito”, aunque más que mi primo, es mi hermano. Desde que le conté, venimos planeando mi primera visita a una discoteca de ambiente donde bailaremos “para hacer bien el amor hay que venir al sur” –tenemos un afición por esa canción- y donde también tratará de conquistar algunas lesbianas.

Mi estado open también se extendió entre mi red de amigos de la universidad. En la U, sólo Sophia (mi mejor amiga), Mapat, Cele y Angelita lo sabían. Pero, ahora también lo sabe Domi, otra más que tomó la noticia con tanta normalidad como un “oye tengo hambre”, y que juró llevarse el secreto a la tumba (en el sentido de no andar divulgándolo por ahí, para que mi lenchez sea motivo de conversación por los rincones de la facultad).

Y la más reciente, más que salida como se diría, fue sacada. Neto, un buen amigo durante mi temporada de cachimba y de quien mi hermano siempre afirmó era gay, ha sido la primera persona en preguntarme mi opción sexual, así, directo, sin más…

Neto: Bonito video (refiriéndose a Los 2 lados de la cama que días antes compartí con él por el MSN)
Lespi: Sí, estoy esperando a que me entreguen la película completa
Neto: ¿Eres lesbi? Claro si se puede saber, no hay roche conmigo
Lespi: Sí, lo soy. Claro, no hay roche contigo
Neto: Ah qué bien. Yo soy gay

Después de todo… los días open empezaron y me siento mejor con ello.